La silenciosa enfermedad de las encías

¿Te sorprendió saber que la enfermedad de las encías es la principal causa de la pérdida dental? Los números de la afectación por enfermedad periodontal son realmente alarmantes. La silenciosa enfermedad de las encías afecta al 80% de la población, y lo más preocupante de ello es que se trata de una afectación que no se nota al principio pero que a medida que progresa puede provocar una situación muy dolorosa y dañina.

Los efectos de la silenciosa enfermedad de las encías

Más allá de los efectos perjudiciales que comporta en la salud oral, la enfermedad de las encías está relacionada con algunos problemas de salud general como son el nacimiento prematuro o con bajo peso, los ataques al corazón, el cáncer oral, la diabetes y el Alzheimer. Todavía se está estudiando el porqué de estas conexiones, pero lo que está claro es que las personas que sufren esta silenciosa infección, aumentan el riesgo de padecer dichas enfermedades.

Técnicas de prevención

La única manera de evitar las complicaciones de salud asociadas con la enfermedad periodontal es evitar la propia infección. La mejor manera de hacerlo es mediante técnicas de prevención como las siguientes:

• Limpieza interdental: limpiarse los espacios interdentales es imprescindible para eliminar el 40% de bacterias que el cepillo de dientes no alcanza a quitar. El hilo dental o sus símiles son los únicos métodos que pueden alcanzar las áreas que el cepillo de dientes no llega a limpiar.
• Cepillarse los dientes: no solo es importante cepillarse los dientes sino hacerlo bien y durante el tiempo necesario. Esto significa dedicarle 2 minutos 2 veces al día y cepillar tanto los dientes como la línea de las encías aplicando movimientos circulares.
• Enjuague: es el tercer elemento más potente para luchar contra la acumulación bacteriana. Hacerlo una vez al día antes de ir a dormir te ayudará a prevenir la infección de las encías.
• Visitar rutinarias: la mejor manera de prevenir la silenciosa enfermedad periodontal es mantener tus visitas rutinarias con el dentista. Tu odontólogo será capaz de detectar esta infección en sus primeras fases para eliminarla antes de que su daño sea irreversible.

Signos de alerta

Si no mantienes las visitas rutinarias con el dentista, serás el único que tendrá la oportunidad de detectar los síntomas propios de la enfermedad periodontal. No te recomendamos saltarte tus visitas dentales, pero nunca está de más conocer los signos de alerta que debes conocer para poder detectar esta dolencia:

• Sangrado de las encías: no es normal que tus encías sangren mientras te los cepillas o pasas el hilo dental. Si te sangran las encías, pide una cita con el dentista.
• Sensibilidad: del mismo modo que no te deben sangrar las encías, tampoco te tienen que dolor. Si te duele cepillarte los dientes, llama a tu clínica dental.
• Enrojecimiento e hinchazón: las encías sanas son de color rosa y firmes, mientras que las enfermas son rojas e hinchadas.

Opciones de tratamiento

El principio de la enfermedad periodontal se llama gingivitis. Nuestros dentistas pueden detectar esta fase en un chequeo regular y revertirla mediante una limpieza profesional. Ese será un buen momento para hablar contigo acerca de las mejoras que debes aplicar a tu higiene dental para evitar que sufras una nueva infección.

La periodontitis, o fase avanzada de la enfermedad periodontal es un poco más difícil de tratar. En este caso la infección llega más profundo en las encías y requiere un raspado y alisado radicular para promocionar la salud de la zona. Solo en los casos más complejos, se puede llevar a cabo la cirugía reducción de las bolsas periodontales para conseguir que las encías vuelvan a su posición correcta.

La enfermedad periodontal es un problema que no podemos ignorar. Debido a sus temibles consecuencias en la salud oral y a sus conexiones con varias enfermedades de salud general, es importante que tomemos medidas para evitarla.

Si hace más de 6 meses que no ves a tu dentista, llamanos al 924 563 250 para pedir una cita y te programaremos para un  chequeo dental regular.